Tiempo de conocer las enfermedades que pueden afectar el rendimiento del trigo en esta campaña
03 de octubre de 2023
El trigo es un cultivo clave en el esquema de muchos productores agropecuarios, tanto por los beneficios agronómicos como por el flujo financiero que genera a fin de año. En esta campaña 2023/2024 hay en la Argentina 5,4 millones de hectáreas sembradas con el cereal y a pesar de que la siembra se realizó con la humedad muy justa, se espera que en la primavera lleguen las lluvias necesarias para obtener buenos rendimientos.
Claro que eso tiene como contraparte la posibilidad de aparición de enfermedades a las que habrá que seguir de cerca. Ignacio Erreguerena, fitopatólogo del INTA Manfredi, explica cuáles son los distintos tipos de problemas fitosanitarios que puede enfrentar el cultivo en esta campaña.
"Con los cultivos en los primeros estadíos o en algunos casos en pleno macollaje, las apariciones de epifitias de varias enfermedades, como el complejo de royas, representados en este momento por roya amarilla (puccinia striiformis) y puccinia triticina -la vieja conocida roya anaranjada-, han iniciado en varios lugares, sobre todo en el norte”, detalla el especialista, y explica que para su desarrollo la roya anaranjada precisa temperaturas un poco más elevadas, que generalmente no ocurren en este momento del año. “Este año, con unas temperaturas un poquito más elevadas y un invierno no tan intenso, esta roya ha aprovechado y está iniciando sus brotes mucho antes de lo esperado en el trigo”, advierte. Luego detalla que en el caso de la roya amarilla, si bien tiene afinidad por temperaturas más frías, su población se ha adaptado a condiciones mucho más amplias.
En cuanto a los patógenos que generan manchas, Erreguerena afirma que la enfermedad más importante es la mancha amarilla, otra de las enfermedades más prevalentes dentro del cultivo de trigo en los últimos años. “Hay lotes donde ya se ha observado su presencia con baja a moderada severidad e incidencia, sobre todo en lotes que vienen con una pobre rotación o lotes muy intensificados con trigo. porque en los organismos necrotróficos como este, una de las grandes fuentes de inóculo son los restos de trigos anteriores”, aclara.
Erreguerena observa que en líneas generales la humedad se está recuperando, que el ambiente está bastante húmedo en la mayoría de las zonas trigueras, y recuerda que eso es una condición muy predisponente para las enfermedades. “De darse este año Niño se viene un panorama no como para alarmarse, pero sí como para seguir los lotes de cerca para poder adelantarse a cualquier problema”, dice.
Este contexto obliga a los productores a estar muy atentos al clima y a la evolución de los cultivos para poder actuar a tiempo y tomar las decisiones adecuadas. Erreguerena explica que el productor debería estar mirando el perfil sanitario de la variedad que ha sembrado y considerar qué riesgos ha tomado para prestar atención a la enfermedad que puede llegar a causar algún tipo de pérdida.
“La elección del material es el primer bastión de batalla contra las enfermedades. Y luego, el monitoreo constante de estas enfermedades. Todas las enfermedades de trigo son consideradas policíclicas. ¿Qué significa esto? Que tienen una gran capacidad de generar mucho inóculo y síntoma, o signos en el caso de royas. Entonces el monitoreo es crucial para adelantarse a las problemáticas y llegar con una toma de decisión, si fuera necesario, de aplicación de un fungicida lo antes posible, para que sea lo más eficiente posible”, dice el técnico del INTA.
Erreguerena remarca que un fungicida aplicado con la enfermedad muy avanzada, con los umbrales que ya se conocen sobrepasados, deja de tener la eficiencia esperada. Por eso refuerza el llamado a realizar monitoreos en el lote y a prestar atención a los reportes, sobre todo en el caso de royas, un organismo biotrofo que va saltando de puente verde a puente verde. “El monitoreo tiene que ser asiduo, dos veces si es posible en la semana y obviamente intensificarlo, sobre todo cuando estamos llegando al período crítico, donde uno ya tiene que empezar a pensar en las hojas que van a contribuir al rendimiento y protegerlas de estos patógenos que nos hacen perder el área fotosintética que es tan preciada para este rendimiento”, dice.
Entonces, para repasar y anotar: ¿cuál es el clima que se espera para los próximos meses en cada región? ¿Qué variedades se están usando en el lote? ¿Cómo son los ciclos de cada enfermedad? ¿Qué herramientas de control existen y cuáles son sus características? El conocimiento de todas esas variables es el mejor insumo que se puede aplicar para llegar de la mejor forma al momento de la cosecha.