Qué tener en cuenta a la hora de sembrar maíz tardío
14 de noviembre de 2023
En los últimos años, el maíz de siembra tardía se posicionó como una interesante alternativa para ganar estabilidad en campañas desafiantes desde el punto de vista climático. La idea de fondo es retrasar los periodos críticos del cultivo para que no coincidan con las épocas de más calor y menos lluvias. A esa idea los productores le fueron encontrando la sintonía fina para que el cultivo exprese su máximo potencial. El productor y asesor entrerriano Diego Congo cuenta algunos de los aprendizajes de manejo que se fueron logrando con el correr de las campañas.
“Muchos productores de mi zona lo vienen incorporando cada vez más, poco a poco se va incrementando el área, y lo que han notado los que lo han hecho es que suelen ver una estabilidad, un piso por encima de lo que es maíz temprano. Este año particularmente se está corriendo a la fecha de siembra tardía por el tema de la sequía, no hubo precipitaciones abundantes para sembrar temprano”, comenta el especialista.
Para todos esos productores que a lo largo y ancho del país se inclinarán por siembras de maíz tardío, Cogno brinda una serie de recomendaciones muy puntuales, basadas en el conocimiento técnico y la experiencia. En primer lugar, hace una mención con especial énfasis a la correcta elección del híbrido.
En su zona de influencia, explica, se considera siembra tardía a partir del 10 de diciembre hasta fines de diciembre. “Se suele ubicar lo que es el período crítico de la floración en un periodo de menor demanda ambiental, en donde haya también menor radiación, y eso hace que el maíz esté volcado a un mayor estrés con respecto a la removilización de nutrientes por parte de la caña. Teniendo en cuenta eso, lo que es clave es elegir un material que tenga buena robustez de caña, que sea estable y que también tenga buen comportamiento ante enfermedades, ya que en siembras tardía el tizón suele ser un problema bastante importante”, detalla.
Luego agrega que otro dato a tener en cuenta es la humedad a cosecha, ya que la época del llenado de granos de maíz tardío se ubica a finales de otoño y suele ser un periodo en el que la humedad baja muy lentamente, por lo que hay que elegir híbridos que tengan buena tasa de secado, que no sean de ciclos tan largos.
En cuanto a la densidad de siembra, un tema muy discutido, Cogno dice que se suele usar una densidad por debajo de la normal, aunque destaca que en muchos casos, si se elige un germoplasma estable y robusto, se utiliza la misma densidad que en siembras tempranas para apuntar a rendimientos más altos.
“Justamente en maíz tardío solemos tener un piso de rinde por encima de lo que es un maíz temprano, pero un techo de rinde por debajo del temprano. Si bajamos un poco la densidad consideramos que podemos tener un menor rendimiento. Entonces, elegir un híbrido que ya sea más adaptado a siembra tardía, con mejor porte de caña y mejor estabilidad, podemos tener mejores rindes”, asegura el técnico.
En materia de fertilización, un pilar de cualquier estrategia de cultivo, Cogno explica que por las condiciones ambientales en las que se da, el maíz tardío está sometido a un proceso de mineralización más alto respecto del maíz temprano, por lo que se suele arrancar con un mayor nivel de nitrógeno. “Igualmente, siempre recomendamos hacer análisis de suelo y, según los análisis de suelo, ajustar el nivel de fertilización de nitrógeno a la demanda de lo que sería el rendimiento objetivo. Y lo que se suele hacer muchas veces es, ya en la siembra, incorporar algo de nitrógeno abajo del suelo para evitar el riesgo de volatilización, ya que está sometido a altas temperaturas en el periodo de siembra y primeros estadíos del maíz. Y obviamente elegir fuentes de nitrógeno que no tengan tanta volatilidad con respecto a la demanda ambiental que suele haber”, explica.
Respecto al cuidado sanitario, el especialista recomienda elegir un híbrido que ya tenga un buen comportamiento sanitario. “Es importante sobre todo contra tizón, que es una de las enfermedades más problemáticas en el cultivo de maíz tardío, al igual que la roya y el mal de Río Cuarto”, remarca.
Siguiendo esos consejos, el asesor comenta que en años normales en el centro sur de Entre Ríos se suelen lograr rendimientos de maíz tardío de entre 5.000 y 7.000 kilos por hectárea, y si el clima acompaña incluso un poco más. “Hay zonas que han logrado rendimientos por arriba de los 120 quintales. Está muy ligado al manejo que se haya hecho previamente de la fertilidad del cultivo, o al cultivo de cobertura que se le haya metido”, concluye Cogno.