Estrategias para un control de malezas sustentable en el cultivo de trigo
17 de julio de 2024
Se acerca el inicio de la siembra de cultivos invernales y las perspectivas son muy buenas para el trigo y la cebada. Hay humedad en los suelos y la relación de precios insumo/producto favorece la inversión. Pero para aprovechar estas condiciones los productores deben estar encima de cada detalle, y el manejo de malezas no deja de ser una variable fundamental en la que se puede jugar el éxito de la campaña.
Para abordar el tema desde una perspectiva amplia, que considere a la agricultura como un sistema, hablamos con Marcos Yanniccari, doctor en Ciencias Biológicas, investigador del Conicet y disertante en el reciente Congreso A Todo Trigo, quien brindó consejos para realizar un control eficiente sobre el lote.
“La problemática de malezas en el último tiempo ha estado muy unida a lo que es la resistencia a herbicidas. Aquellos casos de resistencia que han adquirido una importancia regional mayor en el último tiempo son los que marcan el pulso del manejo de malezas en todos los cultivos, pero en particular a esta altura del año en cultivos de invierno. En ese sentido podemos mencionar quizá como el principal grupo de malezas al complejo de crucíferas resistentes a múltiples herbicidas y el raigrás resistente”, destaca el especialista.
En este contexto, Yanniccari repasó en detalle el abecé para el manejo sustentable de malezas, con foco en el cuidado de los recursos y la eficiencia en el uso de cada herramienta tecnológica.
Según remarcó, el control de estas malezas pone “en jaque” al control químico como única herramienta para manejar. “Cualquier método de control lo tenemos que analizar no solo desde el punto de vista del cultivo, sino también del ciclo de la maleza en nuestras situaciones. Muchas de estas malezas, tanto las crucíferas como el raigrás, son malezas del barbecho y también del cultivo. La paleta de herbicidas, que es amplia, es importante para manejarlas, pero también tenemos posibilidades de otro tipo”, explica el especialista, y menciona en primer lugar a las rotaciones de cultivos, con los cultivos de cobertura como “una forma de interferencia distinta”.
Yanniccari también menciona la posibilidad de realizar alguna labranza que sea “amigable con los suelos”. “Aquellas labranzas horizontales, por ejemplo el pie de pato y otros sistemas que se han desarrollado con la misma idea de controlar las malezas y mantener cobertura del suelo, también son alternativas que se suman al manejo integrado”, dice.
Luego agrega que en el último tiempo, el desarrollo de herbicidas pre emergentes constituye una herramienta muy importante dentro del manejo. “En tal sentido, puesto que la mayoría de estas malezas han desarrollado resistencia a herbicidas de tipo post emergentes, es decir aquellos que aplicamos cuando la maleza está establecida, aquellos herbicidas que utilizamos antes de que la maleza llegue a emerger resultan efectivos. Como todo, tienen un riesgo de evolución de la resistencia, entonces es necesario combinarlos con otras estrategias”, explica.
En cuanto a la siembra en sí, el investigador afirma que se pueden establecer prácticas que favorezcan al cultivo en detrimento de la maleza. Por ejemplo, el ajuste de la densidad de siembra. “Sabemos que las poblaciones de malezas resistentes se encuentran a menudo concentradas en alta densidad, en manchones dentro del lote. Entonces, en esos manchones se sugiere incrementar la densidad del cultivo para incrementar la supresión del cultivo hacia la maleza”, detalla.
Yanniccari también hace foco en el ajuste de la fertilización, sobre todo en el caso del raigrás ya que es una especie que responde muy bien a ese nutriente, incluso mejor que el trigo. Entonces recomienda hacer la aplicación en un momento en el cual la maleza no esté presente en el lote, es decir, hacer fertilizaciones tempranas. “Si hicimos un buen barbecho, si hicimos un buen control en preemergencia, vamos a tener el cultivo en una o dos hojas y la fertilización nitrogenada en ese momento hace que el cultivo responda y no así la maleza, que todavía no ha nacido. En cambio, en fertilizaciones tardías, cuando tenemos el cultivo quizá en macollaje y la maleza en una hojita o en dos hojas por planta, quien responde más rápido a la fertilización nitrogenada es la maleza, haciéndola más competitiva”, explica.
Vale la pena tomar nota de estas recomendaciones, porque aunque la mayoría de los productores tal vez ya sepan lo que tienen que hacer, son muchos los frentes que hay que atender y siempre hay algo que se escapa.
Según el investigador, tanto desde el sector académico como desde el productivo se fue tomando dimensión de la problemática y se fue entendiendo que no existe una sola solución mágica.
“El productor sabe que cualquier herbicida no resulta infalible y que tiene que estar combinándolo o buscándole la estrategia de manejo. Así como hace 50 años, cuando los herbicidas no eran tan empleados, el manejo de malezas se basaba en distintas estrategias que tenían que sumarse, en cierta medida esa manera de pensar vuelve bajo estos sistemas donde los herbicidas no nos resuelven todos los problemas”, concluye.